lunes, 27 de septiembre de 2010

con ellas empezó lo contemporáneo


Con independencia de lo equívoco del titulo y lo confuso del tema, Les demoiselles d´Avignon es una obra de empeño, que Picasso trabajó después de una larga gestación, y para la que realizó diecinueve esbozos, diversos cartones de figuras sueltas y multitud de dibujos que recogen todas y cada una de las figuras y elementos, desde diferentes ángulos y posiciones.
Las dimensiones del cuadro 2,44 x 2,33 , eran las mayores con las que hasta el momento se había enfrentado el pintor. Con rara unanimidad tanto los defensores como los detractores del arte moderno, lo reconocen como el punto de arranque del Cubismo y del arte contemporáneo en general.
La radical innovación de este cuadro no significa que no tenga deudas con el arte precedente. El cuadro en primer término presenta un bodegón, (quizá un homenaje a Cézanne), y para los antecedentes de las figuras femeninas hay que remontarse al arte egipcio para la figura de la izquierda, colocada de perfil, a la escultura ibérica para las figuras centrales , y al arte africano para las dos figuras de la derecha, con sus salvajes distorsiones y violentas hendiduras, más propias de una talla a hachazos que de una pintura.
Las innovaciones afectaron también a la relación de las figuras con el espacio circundante, presentando tanto figuras como objetos en un mismo plano, con el espacio facetado y fragmentado en planos recortados e iluminados irregularmente, en una superficie bidimensional, con la que Picasso destruye la perspectiva tradicional y da paso a lo que posteriormente se llamará visión simultánea.
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Fotografía: Les demoiselles d´Avignon. Obra de Pablo Ruiz Picasso. (1907)

miércoles, 22 de septiembre de 2010

opus nigrum, y V


África nos ha transmitido su emoción profunda plasmando toda forma imaginable, utilizando el color o excluyéndolo, manifestando delicadeza o fuerza. Su arte expresa una profunda intensidad de contenido, un mensaje de eternidad, de superación serena y grave de los límites que las circunstancias de la vida imponen.
No hace mucho que ha sido captado el mensaje. La costumbre de considerar válidos sólo los cánones estéticos derivados de las artes clásicas del mundo mediterráneo se opuso en el pasado a la aceptación de algo nuevo, tan opuesto a nuestros esquemas figurativos. Las proporciones tenían que respetarse como los buenos modales de la convivencia civilizada. Por consiguiente no se aceptaba la escultura africana como tampoco se aceptaba a Picasso, y han sido necesarias varias décadas para superar este estado de cosas, y ello siempre y cuando lo hayamos superado intimamente, siempre que queramos abandonar un racismo inconsciente, radicado en los rincones más oscuros de nuestra mente, y admitir que el hombre, y más el hombre como artista, ha sido y será sólo uno, nunca diferente por su color de piel, su lenguaje o su posición social.


Formar parte de una sociedad "técnicamente" menos evolucionada no cambia en sustancia al ser humano. Y el arte que surge de su mundo no es menos comprensible que otras artes, y no debería necesitar defensores para llegar a nuestra sensibilidad.


Fuente del texto: FMR edición española 4/1991


Fotografía: Máscara. Arte de los Attie. Costa de Marfil. Madera, altura 31 cm. Colección particular. Parma

sábado, 18 de septiembre de 2010

opus nigrum, IV



El arte africano no sólo posee una cualidades innegables muy altas, sino que es incluso uno de los componentes más significativos del patrimonio artístico universal. No habríamos tenido arte moderno, con sus grandes nombres, sin esa aportación fulgurante, sin esa nueva fuerza que libera los cánones puramente académicos.


Las enormes lagunas de su historia, no anulan sus valores estéticos; conocer la identidad del artista sacando su obra del anonimato no acrecienta la belleza de su creación. Frente a Giotto, la emoción no nos es transmitida a través del nombre el pintor, sino de la obra en sí misma. La sociedad africana conocía a sus artistas, pero no nos ha dado a conocer sus nombres. Existían talleres igual que en Europa. Los artistas viajaban de un sitio a otro y dejaban su huella en lugares y sociedades diferentes. Surgían como en Europa corrientes, modas y evolución en las formas.
La imprónta estilística ha abierto el camino a un sistema de reconstrucción histórico-artística que nos hará sentirnos más cultos y sobretodo más responsables de la conservación, y menos culpables por no haber abierto antes los ojos ante el fenómeno del arte africano.


Fuente del texto: FMR edición española 4/1991

Fotografía:Maternidad, (detalle). Arte de los bamana, Mali. Madera, altura 112 cm. Colección particular .Parma


viernes, 17 de septiembre de 2010

opus nigrum, III


Sabemos que la mayor parte de las obras del África negra que conocemos se empezó a reunir a mediados del siglo XIX, sobre todo para formar las colecciones de los museos etnográficos, y de manera más selectiva en los años posteriores a la II Guerra Mundial, para nutrir el creciente interés del coleccionismo privado y de los museos artísticos.


En unos pocos años el ritmo de las exportaciones de arte desde África sufrió un incremento vertiginoso, debido en parte a que las antiguas colonias participaron activamente en dicho comercio , contribuyendo a agotar el rico patrimonio africano aún existente.


África se separó de una gran parte de su pasado a cambio de dinero, desarrollándose una profunda mutación, fruto de un periodo de crisis de los valores éticos y sociales, agudizados por el colonialismo. El comercio de esclavos, la trata de negros, fue juzgado de manera casi unánime como la causa principal de un empobrecimiento demográfico, así como las guerras entre etnias, aprovechadas por el colonialismo para extenderse impunemente por el continente africano. Todo ello justifica el colapso económico que sufrió el África negra.


En definitiva, una gran cultura surgió, creció, alcanzó su plenitud y declinó, aunando tanto las fuerzas positivas del desarrollo como las negativas del declive. Causas externas agravaron posteriormente dicho estado de cosas, básicamente la confrontación con nuestro mundo occidental más fuerte y ávido, e impulsado por fines prácticos y no morales, ha infligido a África un durísimo golpe que a día de hoy, parece irreparable.


Fuente del texto: FMR edición española 4/1991


Fotografía: Máscara. Arte de los bamileké, Camerún. Detalle. Madera, altura 47,5 cm. Colección particular, Parma.


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miércoles, 15 de septiembre de 2010

opus nigrum, II


La mayoría de las obras plásticas que conocemos, han subsistido a lo largo del tiempo en un clima agresivo y una situación ambiental que dado lo perecedero de los materiales, han impedido la conservación de lo que debió ser un enorme patrimonio artístico, por tanto su antigüedad es bastante relativa y, a menudo dificilmente definible.

Sobre la atribución cronológica nos encontramos con dos extremos; un grupo pertenece a un inmediato pasado: África sometida a una situación de desconcierto social y económico, cesó en el siglo XX de producir el arte tradicional que le era propio y, en el otro extremo, el de los hallazgos arqueológicos, tiene por el contrario la posibilidad de ampliar sus límites temporales y geográficos. Las nuevas tecnologías aportan sistemas de análisis que permiten esperar un caudal de conocimientos hasta ayer imprevisibles.

En cualquier intento de establecer fechas, no se puede prescindir de los materiales y, a juzgar por el conjunto de las obras conocidas, podemos decir que el material utilizado preferentemente para las esculturas era la madera, quizá por su fácil localización en la zona. El uso del barro, sobre todo cocido tuvo también una notable difusión, la piedra, el marfil, el bronce y otras aleaciones metálicas como el oro y el hierro fundido fueron utilizados de manera más o menos esporádica en determinadas zonas o periodos.




Fuente del texto: FMR edición española 4/1991


Fotografía: Cabeza femenina. Arte de los bron, Ghana. Terracota, altura 25 cm. Colección particular Parma.

martes, 14 de septiembre de 2010

opus nigrum, I


El África negra es la parte del continente africano habitada mayoritariamente por pueblos de piel negra -en la práctica el África subsahariana- su arte, está formado por diferentes manifestaciones que comprenden la música, el canto, la danza, la representación teatral y las artes visuales, vinculadas de forma mucho más estrecha que las artes de nuestra cultura.


La escultura podría sintetizar el arte negro en su conjunto, si bien es esta una generalización que no se corresponde con el pensamiento africano, ya que la escultura no ha formado parte de todos los pueblos africanos, y tiene una localización bastante precisa en las regiones occidentales y centrales. Mali, Burkina Faso, Chad y todos los estados de la costa atlántica, de Gambia a Zaire y Angola, forman la gran área donde el arte plástico tuvo un desarrollo más intenso.


El porqué de esta situación podría deberse a diferentes factores, entre los que destacan la penetración durante siglos de pueblos procedentes de Asia, la fuerte presión ejercida por el Islam, el nomadismo de pueblos más dedicados al pastoreo que a la agricultura y, en el caso de Etiopía, la implantación -a partir del siglo VI - de la religión cristiana, que prácticamente hizo desaparecer los rasgos típicos del arte local.



Fuente del texto : FMR edición española , 4/1991


Fotografía: Figura femenina, (vasija) arte de los dogon, Mali. Detalle. Terracota, altura 84 cm. Colección particular. Parma.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Eugenio Onieguin


ACTO III


Cuadro 6


Escena 2


Salón en una rica mansión de San Petersburgo. Los invitados bailan una polonesa y después vuelven a sus sitios, formando pequeños grupos y charlando.


El Principe Gremin dirigiéndose a Eugenio Onieguin:


¡El amor nos inflama a cualquier edad¡

es saludable tanto para el joven

que apenas comienza a descubrir el mundo

como para el hombre maduro

de pelo canoso

y endurecido por la vida.

Onieguin, amo a Tatiana

con el ardor de la juventud

¡Mi existencia discurría con tristeza

antes de que ella apareciera

como un rayo de sol apartando los nubarrones,

dándome felicidad, iluminando mis días¡

En este mundo de criaturas consentidas

de estúpida frivolidad:

en un ambiente de seres tristes y ridículos

prestos a juzgar con malevolencia;

de bigotes atildados

de sirvientes taimados

en un mundo de falsedad

e hipócritas engaños

de bajas calumnias,

de inquietudes estériles

de irritantes vanidades,

y de sórdidos cálculos

¡ella refulge como una estrella

por la noche en un cielo despejado

y se me muestra rodeada

por un radiante coro de ángeles¡

El amor nos inflama a cualquier edad¡

es saludable tanto para el joven

que apenas comienza a descubrir el mundo

como para el hombre maduro

de pelo canoso

y endurecido por la vida.

Onieguin, amo a Tatiana

con el ardor de la juventud...

¡Mi existencia discurría con tristeza

antes de que ella apareciera

como un rayo de sol apartando los nubarrones,

dándome felicidad, iluminando mis días¡


Eugenio Onieguin

Piotr Ilich Chaikovski (1840-1893)

Libreto del compositor y Konstantin S. Shilovski, basado en la novela homónima de Aleksandr Pushkin .





Fotografía: Ilustración de la portada del programa para el Teatro Real por Eduardo Arroyo.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

septiembre 8


le prometió enviarle un mensaje, ni que fuera de humo.
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Fotografía: Ezcaray, Rioja. pfp