miércoles, 1 de julio de 2009

Saenredam, III




Pieter Saenredam consiguió elevar a la categoría de género independiente una especialidad que hasta entonces había recibido mínima atención entre los pintores.



No siendo arquitecto, no parece haber tenido imaginación para lo tridimensional. En lugar de inventar espacios nuevos su empeño deliberado fue crear imágenes de edificios ya existentes. Sus escasos conocimientos de perspectiva no eran fruto de la geometría sino de los métodos prácticos del topógrafo, cuando no pedía ayuda algún familiar o amigo arquitecto él mismo armado con cinta métrica y compás, dibujaba las plantas del edificio entero, alzados de los muros interiores y detalles arquitectónicos. Su debilidad en materia de perspectiva procedía de una capacidad limitada como delineante.

Transcurrieron más de tres siglos de su muerte hasta que el historiador de arte holandés Rob Ruurs, señalara la invariable perpendicularidad de sus vistas de interiores, y el hecho de que para construirlas el artista no había necesitado otros recursos matemáticos que la adición y la sustracción.



En el taller, Saenredam juntaba las piezas con arreglo a una perspectiva empírica armando la composición final a base de regla y goma de borrar. Las formas cuya construcción rigurosa era demasiado complicada o lenta, por ejemplo, los arcos de medio punto, los trazaba a mano alzada.


A veces introducía en esa fase cambios estructurales, y era un maestro en el manejo de efectos espaciales y decorativos: los edificios achaparrados, se hacían esbeltos, e iglesias ruinosas por el paso de quinientos años se remozaban.


La siguiente fase, consistía en ennegrecer el reverso del papel y calcar el dibujo sobre una tabla preparada, técnica que era usada por los grabadores, nunca por los pintores a excepción de Saenredam.





Fotografía:El transepto de Santa María de Utrecht, visto de norte a sur. Obra de Pieter Saenredam






5 comentarios:

Esdedesear dijo...

Asombroso, estoy maravillada. Muchas gracias Pilar. Estoy flipando.

Barbebleue dijo...

Cuatro siglos más tarde yo sigo haciendo mis planos de igual manera, pero con peores resultados.
También las chaparritas son mi especialidad...

Acierta Conchita al calificarla de asombrosa: una serie digna de un preludio de coral de Bach.

pfp dijo...

yo sí que flipo con vosotros, flipo, replipo Y vuelvo a flipar...

y todavía no ha llegado Josefina... ni Joaquim, ni Alfredo (mi arquitecto bloguero) ni Tag, ni Gloria, ni Enric... ni etc, etc, todos AUTENTICAMENTE FLIPANTES...

Anónimo dijo...

Las artes plásticas, la pintura, la arquitectura, la escultura, a lo largo de la historia, han ido muy ligadas. Muchos arquitectos a través de la pintura han podido y han sabido ir más allá, y encontrar ese vínculo entre la materialidad y lo sensible.

Pero Saenredam posée la habilidad de dar en su género, una asombrosa expresión, realmente fuera de lo habitual, lejos de la técnica y alimentado únicamente por lo sensible. Con elementos primarios de ayuda, desarrolla el Arte que nace de una pura intuición mental, desarrolla por proyección del pensamiento que le provoca la visión de la realidad y, concediéndose ciertas licencias pictóricas, nos ofrece su obra de la forma más sencilla y auténtica que pueda concebirse.

Josefina dijo...

La anónima era yo Pilar, se me ha escapado de las manos, nunca mejor dicho, el comentario, por la urgencia de estar entre vosotros...