viernes, 8 de mayo de 2009

una clase de jardinería



"En el lugar más elevado del jardín deberá construirse una casa para facilitar su guarda y vigilancia. La orientación será hacia el mediodía, elevando algo el sitio donde vayan a emplazarse la alberca y el pozo. En lugar de este último será mejor construir una acequia que corra bajo la umbría de árboles y plantas. Cerca de ella se plantarán macizos que estén siempre verdes, de todas las plantas que alegran la vista y algo más apartadas, diversas variedades de flores y árboles de hoja perenne. Un cerco de viñas rodeará toda la finca y en la parte central emparrados darán sombra a caminos que encuadrarán los arriates. En el centro se ha de levantar, para las horas de reposo, un pabellón abierto por todos lados y rodeado por rosales trepadores, arrayanes y las diferentes flores que embellecen un jardín. Será más largo que ancho, para que la vista no se fatigue contemplándolo. En la parte más baja se pondrá una nave de habitación para los huéspedes que hagan compañía al propietario; tendrá su puerta y una alberca que, oculta por un grupo de árboles, no podrá verse desde lejos. Convendrá además, construir un palomar y una torrecilla habitable."




Ibn Luyum




Fotografía: obra de Mariano Fortuny "Patio"

3 comentarios:

Josefina dijo...

El amor por los jardines, las fuentes y acequias, y las flores fue una constante entre los andalusíes. Los poetas dejaron su impronta naturalista en su observación de jardines y almunias de al-Andalus que les eran tan familiares.

Entre los poetas, Ibn Jafaya de Alcira (s. XI), llamado por ello al-Yannan ("el Jardinero"):

"El jardín era un rostro de una blancura
resplandeciente, la sombra una cabellera negra,
y el agua [del arroyo] una boca de hermosos dientes."

...........

"El árbol con su acequia es como una hermosa
con el talle aprisionado por un cinturón."

...........

"En un jardín en el que la sombra tenía la opacidad de las tinieblas
y donde las flores se habían condensado en luz;
jardín lujuriante donde el mercader
mostraba para mí sus telas listadas
y donde el perfumista molía su almizcle."



هل لا veis المياه التى الله ساعد على الهبوط من السماء, ومن خلال ذلك, فان اى verdea على الارض? القران )سورة 22 , Aleya 63 )

¿No veis el agua que Alá ha hecho descender del cielo
y por medio de ella, todo verdea sobre la tierra?
Corán (sura 22, aleya 63)

Habrás intuído Pilar que el tema me ha impactado de lleno...
Gracias!!!
Y Gracias Barbebleue por dedicarnos otro tesoro a nosotras...

pfp dijo...

gracias josefina cielete, por este poema tan oportuno.

Barbebleue dijo...

En las casas más bonitas siempre hay una fuente adosada a uno de los muros del patio, ricamente decorada con “zelliges” y adornos de estuco o una fuente con pila de mármol en forma de concha en medio del patio que, con sus polícromos motivos geométricos de sus baldosas, constituye la verdadera joya de la casa. A veces el patio es reemplazado por un jardín (“riyâd”) atravesado por dos caminos centrales que dividen el área del patio en cuatro partes iguales. En las viviendas de la gente adinerada y en los palacios, el riyâd es un jardín cerrado colindante con la residencia principal y unido al patio central. En estos casos, se trata de un jardín de recreo de forma alargada, limitado en sus lados cortos por un edificio compuesto de un espacio precedido de un pórtico de tres arcadas o más. Este espacio sirve de pabellón y a menudo está provisto de un “bahou”, desde el cual el propietario y sus invitados pueden contemplar la magnífica vista al jardín a través de los arcos del pórtico. Entre el jardín y este pabellón hay una plataforma enlosada, en el centro se levanta una fuente con pila o un estanque con surtidor (“sahrîdj”) en el que se refleja la bella arquitectura del riyâd.


Arquitectura islámica en Marruecos (Serge Santelli)