sábado, 16 de mayo de 2009

noche quinientas treinta y ocho


Primer Relato de Simbad el Marino


Sabed, nobles señores, que mi padre fue un gran comerciante y una persona de valía, inmensamente rico. Cuando murió, yo era aún pequeño, y me dejó en herencia dinero, fincas y tierras. Al llegar a la mayoría de edad me hice cargo de todo; comí los guisos más exquisitos, bebí los mejores vinos, vestí hermosos ropajes y frecuenté el trato de las jóvenes. Pasé algún tiempo en compañía de amigos y conocidos, en la creencia de que esto iba a durar eternamente, que iba a ser me de utilidad. Continué en esta situación por algún tiempo, al cabo del cual recobré el conocimiento y me di cuenta de mi inconsciencia. Pero entonces mis bienes se habían concluido, y mi situación había cambiado, puesto que había perdido todo lo que poseía. Entonces me asusté. Recordé que había oído referir a mi padre una historia de nuestro señor Salomón, hijo de David, ¡sobre él sea la paz¡, que decía : "Hay tres cosas que son mejores que otras tres: el día de la muerte es mejor que el día del nacimiento; un perro vivo vale más que un león muerto, y es preferible una tumba a un palacio". Reuní todos los objetos y vestidos que me quedaban y los vendí, así como mis fincas y todo cuanto poseía. Reuní tres mil dirhemes. Entonces se me ocurrió emprender un viaje hacia lejanos países, y recordé las palabras de un poeta, que dijo:


"Según el esfuerzo, se llega a las cimas; quien busca las cumbres pasa las noches en vela.


Quien busca las perlas debe bucear en el mar, y así consigue el señorío de la riqueza.


Quien quiere subir sin fatiga, malgasta la vida en busca de un imposible."



Texto: "Las mil y una noche" Volumen II
Fotografía: obra de Riza-yi `Abassi, Isfahan, Iran (1.625) "Joven leyendo"

8 comentarios:

Barbebleue dijo...

Dulce molicie...
Aún nos quedan mil noches.

Joaquim dijo...

Extasiado me dejas Sherezade

Josefina dijo...

!Oh magia irresistible de la historia incompleta,
que un enorme deseo de vivir atesora!

Al abismarse en sombras
el resplandor escaso del día que desciñe su purpurina franja, Scherezada prosigue:

"Era, señor el caso..."

glòria dijo...

¡Cuánta belleza, Pilar!
Sin esfuerzo sé, que después de haber visto y leído lo que hoy ofreces, viene el hermoso silencio.
Inclino la cabeza y vuela, oculto, un beso.

javi duque dijo...

vaya... habrá q ponerse a currar duro, pq parece ser q los exitos no llaman a la puerta de uno.. un momento q llaman al timbre...
nah... falsa alarma publicidad del pizzero de la eskina, jeje.

me ha gustao esta.

keep rockin baby!

kundry dijo...

Las primeras palabras del poeta, me ha recordado a Paluji, el esfuerzo, las cimas, las noches en vela...
Espero que no se adueñe del segundo verso y no se vaya a bucear por algún mar perdido...

Liverani dijo...

¿Y esta deriva islámica?... me gusta, me gusta...

enric dijo...

¿Ves, Pilar?... Entra uno todo serio a dejar un comentario; lee los anteriores, pero cuando llega al firmado por javi duque, no puede evitar echarse a reír.

("Me ha gustao esta")HAHAHAHAHA!!! Molt bo, javi duque!