lunes, 27 de abril de 2009

¿adaptado o inadaptado?



El gran historiador de arte Manuel B. Cossío, explicaba en 1907 el lugar de El Greco, dentro del arte español, escribió así:

Halló un mundo para él nuevo, que había de ser forzosamente visto en alto relieve por ojos extranjeros, penetradores siempre de algo más, y de algo más típico, que quizás escapa a los ojos de los naturales, que nunca salieron de su tierra, y que había de ser traducido con un espíritu como el suyo, de otra raza y pueblo, no embotado por el hábito de la diaria contemplación de aquel medio.

Porque este pintor, extranjero como los arquitectos y escultores que vinieron a España y fueron reabsorbidos por el arte local, es el que entona más que ningún otro en nuestro país, y todos convienen en que lo representa y como español se le trate. A unos le absorbe el arte, mientras que El Greco ha despreciado el arte y los artistas y dado arte él; arte genuino nacional, porque fue absorbido por la montaña entera de tierra y raza; por la naturaleza, por lo humano. Y huyendo de lo sensible y lo concreto buscó lo único que en el arte como en todo nos hace libres: lo que no es perecedero.


Fuente: El Greco , Galaxia Gutemberg.

Fotografía: obra de El Greco, El Expolio, (detalle)

jueves, 23 de abril de 2009

el martirio de San Mauricio y la Legión Tebana




Esta obra pintada por el Greco para Felipe II es de las pocas obras de arte españolas de la que se conservan testimonios contemporáneos.


La pintura se hizo para uno de los altares de la basílica del Escorial, dedicada a dicho santo, del que Felipe II había donado su cuerpo al monasterio. Y porque además el citado Santo es el patrón de la orden del Toisón de Oro, muy venerado en la familia real.

Tras la muerte del pintor real, Juan Fernandez de Navarrete, El Mudo, y después de numerosos avatares, el dicho cuadro se encargó a Doménikos Theotokópoulus. Cumpliendo ordenes dadas por Felipe II, el pintor pidió dinero y colores de calidad, (especialmente el carísimo azul ultramarino veneciano), a la congregación de la fábrica de San Lorenzo el Real encargada de gestionar los presupuestos, ésta le negó tan altos honorarios a lo que el artista respondió parando la obra y comunicándoselo a Felipe II, que muy enfadado ordenó se diese a El Greco todo lo que pedía.



El artista pintó el cuadro en Toledo durante casi tres años, con un esfuerzo y rigor acordes a las exigencias del cliente. El 16 de noviembre de 1582 Doménikos en persona lo entregó en San Lorenzo del Escorial. El cuadro esperó durante cuatro meses el dictamen de Felipe II, al cual no agradó , pero su calidad fue reconocida al tasarse en 800 ducados, una cantidad altísima en España para un cuadro.




El Martirio de San Mauricio y la legión Tebana, es una rareza iconográfica en España, se ha visto como un tema político de lucha contra los herejes y enfrentamiento con Francia. Se dijo también que el cuadro era por completo indecoroso, que no inspiraba devoción y que por el contrario, las figuras eran bellísimas; el suplicio estaba en segundo plano y había desnudos en exceso, lo que incomodaba en demasía, además San Mauricio y sus compañeros estaban inmersos en una conversación, que parecía ajena al cruento sacrificio. Demasiado artístico, y poco devoto.




El martirio ocurrido en 22 de septiembre del año 287, no ocupa el primer plano; está detrás, configurado por grupos en perspectiva que se mueven desde el fondo. Los generales romanos a caballo, entre picas y estandartes, disuelven la legión y ejecutan a sus capitanes y a seis mil seiscientos sesenta y seis soldados. El suplicio es por decapitación a golpe de espada. San Mauricio asiste acompañado por sus oficiales al trágico acontecimiento.


San Mauricio y sus compañeros son de tamaño natural, la calidad del lienzo y de los colores es incuestionable, fuera de lo común, mostrando que todo el cuadro es autógrafo y que su autor bien merece el epíteto de colorista. No hay animales excepto la serpiente con la firma griega del pintor, cuyo significado es un arcano por su ambigüedad.



Actualmente este cuadro puede contemplarse en El Monasterio del Escorial, en el sector denominado Nuevos Museos.



Fuentes: Agustín Bustamante García. El Greco. Galaxia Gutenberg






Fotografía: detalle, Martirio de San Mauricio. obra de El Greco






PD. Absolutamente recomendable su visita.



San Jorge




Feliz día a todos los amantes de los libros y de las flores.

Fotografía: San Jorge, Sarga anónima del siglo XV.



martes, 21 de abril de 2009

todo un carácter


La afición del Greco a pleitear rayó en lo excepcional, y más si se lo compara con otros artistas de Toledo. En esta ciudad el patrocinio artístico estaba básicamente en manos de la Iglesia y sobre todo en la Catedral. En consecuencia , la mayoría de los artistas de la ciudad estaban acostumbrados a tragarse el orgullo y aceptar lo que sus clientes eclesiásticos querían pagarles, para no poner en peligro sus perspectivas de nuevos encargos.

El Greco era distinto. Cuando en 1577 llegó a Toledo procedente de Roma, se encontró en un ambiente en el que el artista, gozaba de escaso prestigio social. Más bien se veía en él a un artesano, practicante de un oficio mecánico, gremial, no a un miembro de una profesión docta, liberal tal y cómo él se consideraba.
Además la Catedral de Toledo, principal cliente de la ciudad no solía ser generosa a la hora de pagar a los artistas. Tales ideas y usos eran inadmisibles para El Greco, cuya estancia en Italia le había enseñado que el Arte, era una profesión noble, y conforme a ello debía ser remunerada. Aparte de eso tenía en alto precio su independencia, y en general miraba como enemigo a todo el que manifestara críticas hacia su obra. Esas ideas le habían costado disgustos en Roma, y siguieron acarreandole problemas en Toledo.
Para empezar, tasaba muy alto el valor monetario de sus pinturas, muy por encima de lo que pedían sus colegas y casi siempre más, de lo que estaban dispuestos a pagar los clientes toledanos. Tampoco era complaciente con el cliente que pedía cambios en el diseño de la obra. El resultado fue que pocos de sus encargos importantes discurriesen de forma pacifica, más bien estuvieron marcados por fuertes desavenencias entre el artista y sus clientes y al menos en cuatro ocasiones acabaron en los tribunales


Fuente: R-L. Kagan "El Greco" Galaxia Gutemberg.


Fotografía: obra de Domenikos Theotokópoulus, El Greco. "San Francisco"

domingo, 19 de abril de 2009

"La sombra" y tres.


...¡era cosa de magia¡ ¿quien viviría allí? ¿donde estaría la verdadera entrada? porque la planta baja estaba completamente ocupada por tiendas, y no era posible que la gente pasara a través de ellas.
Una tarde a última hora, el extranjero estaba sentado en su balcón entre las flores; y como había una luz encendida tras de él en la habitación resultaba de los más natural que su Sombra se proyectase en el muro de enfrente. Si, allí estaba su Sombra. sentada en el balcón entre las flores, y cuando el extranjero se movía, ella se movía también, ya que esa es precisamente la costumbre de las Sombras.

"Estoy convencido de que mi Sombra es el único ser vivo de la casa de enfrente" dijo el sabio. "Da gusto ver con qué delicadeza se sienta entre las flores; y ahora, si tuviera juicio, como la ventana está abierta, entraría en la casa, la recorrería y al volver me contaría lo que ha visto. Ya va siendo hora de que me ayudes en algo", dijo bromeando. "Por favor, ten la amabilidad de entrar allí. Vamos, ¿te animas o no?" El sabio hizo un gesto con la cabeza a su Sombra, y la Sombra asintió también. "Entra ya, pero procura no quedarte allí". Entonces, el extranjero se levantó, y la Sombra en el balcón de enfrente hizo exactamente lo mismo; el extranjero se dio la vuelta y la Sombra también se dio la vuelta; y si alguien hubiese estado allí prestando especial atención a la escena, se habría dado claramente cuenta de que la Sombra se introducía a través de la ventana medio abierta de la casa de enfrente, en el mismo momento en que el extranjero entraba en su habitación y corría la cortina tras sí.

A la mañana siguiente, el sabio salió a tomar café y a leer el periódico. "¿Que ha pasado?", exclamó cuando empezó a caminar por el sol, "¡no tengo Sombra¡", así que es cierto se marchó ayer por la noche y no ha vuelto, "¡es absolutamente inadmisible¡".

El sabio estaba bastante enojado, no tanto por el hecho de que su Sombra se hubiera marchado, sino porque todo el mundo en su país conocía perfectamente la historia de un hombre que había perdido su sombra; así las cosas, si al regresar a su tierra contaba lo que le había pasado, la gente diría que había copiado aquella historia, aunque todo lo que le había sucedido era la verdad. Con una resolución de lo más juiciosa, decidió, pues, no contar a nadie ni una palabra acerca del asunto.



Creo, que FIN ( no me consta que siga).





Hans Christian Andersen. La Sombra. Nuevos cuentos de hadas (1847)





¿Se os ocurren cosas?... contarme, contarme, es vuestro turno. Con cariño Pilar




Fotografía: obra de Rockwell Kent

viernes, 17 de abril de 2009

"la sombra" 2ª entrega



Algunas personas paseaban, mientras que otras cabalgaban; y podía oírse el tintinear de las mulas cuando pasaban, ya que todas llevaban cascabeles en sus jaeces. Los niños lanzaban cohetes y petardos, los muertos eran trasladados a sus últimas moradas y sonaban las campanas de las iglesias. Sí todo era bullicio, allá abajo en la calle. Sólo en una casa, justo enfrente a aquella en la que vivía el sabio, todo se hallaba en calma; y, sin embargo, allí vivía alguien puesto que había flores en el balcón, unas flores que crecían de modo tan exuberante al calor del sol que no hubieran podido hacerlo a menos que fueran regadas; y eso alguien tenía que hacerlo; por lo que, evidentemente, alguien tenía que vivir allí. Además la ventana de la casa de enfrente se abría al caer la tarde, a pesar de que en el interior todo estaba oscuro; al menos el salón, aunque desde la parte de atrás llegaba sonido de música. El sabio la encontraba maravillosamente hermosa; pero bien podía haber sido fruto de su fantasía, ya que todo le habría parecido maravilloso en aquel país cálido, de no ser por el sol.

El dueño de la casa en la que residía el extranjero aseguraba no saber quién vivía en la casa de enfrente, ya que nunca se había visto a nadie allí; y en cuanto a la música la encontraba terriblemente aburrida. Le parecía exactamente como si alguien estuviera ensayando una y otra vez una pieza musical -siempre la misma- y nunca aprendiera a tocarla acertadamente.

Una noche el sabio extranjero se despertó y como había estado durmiendo con la ventana abierta, la cortina se había descorrido a un lado a causa del viento, y entonces le pareció como si un maravilloso resplandor inundase la habitación de enfrente; todas las flores relucían como llamas de los colores más espléndidos, y en medio de las flores se erguía una muchacha alta y hermosa que parecía relucir del mismo modo. El espectáculo casi cegó la vista del extranjero, que de un salto abandonó la cama. Muy despacio, se colocó detrás de la cortina , pero la muchacha ya se había marchado y el resplandor había desaparecido; las flores seguían en su sitio, como siempre, sin relucir lo más mínimo, pero desde la ventana abierta salía el sonido de una música agradabilísima, que penetraba en el alma y despertaba los pensamientos y sentimientos más maravilloso.


(Continuará)


Hans Christian Andersen. "La sombra", Nuevos cvuentos de hadas (1847)




Fotografía: obra de Gregorio Prieto (1897-1992)


miércoles, 15 de abril de 2009

"La sombra"



En los países cálidos el sol cae implacable, de modo que sus habitantes adquieren un color caoba, y en los aún más cálidos su piel obtiene un tono casi negro; pero fue precisamente a un país cálido adonde el hombre sabio de nuestra historia se había trasladado desde un país frió. Creía que allí podría pasear igual que lo hacía en su tierra, pero pronto fue consciente de su error, y , como persona inteligente que era tuvo que quedarse en casa con las puertas y las contraventanas cerradas. Era como si en las casas todos sus moradores estuvieran dormidos o ausentes. La calle estrecha con altas casas en la que vivía estaba orientada de tal forma que el sol caía sobre ella desde la mañana hasta la noche, lo que la hacía verdaderamente inhóspita. El sabio originario de un país frío, que era joven se sentía como si viviera metido en un horno al rojo vivo, con tal efecto que adelgazó bastante, e incluso su Sombra menguó, de modo que era mucho más pequeña de lo que había sido en su tierra. Sólo por la noche, después de ponerse el sol, empezaban a vivir.

Era un espectáculo digno de verse. Cuando las luces se iluminaban en la habitación, la Sombra se estiraba hasta la pared, ya que debía hacerlo para recuperar su fortaleza. El sabio salía al balcón para a su vez también, desperezarse; y cuando las estrellas surgían en el hermoso y limpido firmamento, comenzaba a revivir. En todos los balcones de la calle -y en los países cálidos cada ventana es un balcón- había gente asomada; porque uno tiene que tomar el aire, por muy acostumbrado que esté a su color caoba. En esos momentos, todo arriba y abajo, rebosaba vida. Los zapateros y los sastres, como todas las demás personas, abarrotaban las calles; se sacaban afuera las mesas y las sillas, miles de luces brillaban la gente comenzaba a hablar y a cantar...






Hans Christian Andersen. Nuevos cuentos de hadas






Fotografía: obra de Heinrich Wilhelm Tischbein "La gran sombra" 1805




Pd: (si os gusta el cuento y no lo conoceís puedo continuar)


domingo, 12 de abril de 2009

el día. Márius Torres


Que vives semblen

Entre l´herba i els núvols

les ombres fràgils¡

El vent les esbarria;

la boira les apaga.



A la finestra

de la meva enyornça

els misotis

es marceixen de veure

sempre el matix paisatge.




¿Que vivas parecen
entre la hierba y las nubes
las sombras frágiles¡
El viento las esparce,
la niebla las apaga.


En la ventana
de mi añoranza
los nomeolvides
se marchitan al ver
siempre el mismo paisaje.
Márius Torres, El día (1938)
Fotografía: obra de René Magritte. Memorias de un santo,
A todos los blogueros, FELIZ PASCUA

jueves, 9 de abril de 2009

La vida asesina. Felix Valloton

Volví de puntillas, temeroso de espantar cualquier vestigio de aquel minuto adorable, pero nada quedaba ya que pudiera recordarla. Sólo el sofá revuelto guardaba en sus pliegues la amada huella; lleno de pudor, no me atreví a sentarme en él y me mantuve respetuosamente de pie, a cierta distancia.

La lampara difundía una luz pacífica y sosegada sobre las cosas esparcidas; la seda relucía, y grandes zonas de sombra subrayaban sus modelados. Me estremecí al ver que algunos relieves estaban erguidos como unos pechos y, repentinamente, tuve la visión clarísima de que ése era el aspecto que presentaban las habitaciones de las personas asesinadas al día siguiente del crimen.






Fotografía y texto: Félix Valloton, La vida asesina (1930)



martes, 7 de abril de 2009

terraza con Hércules


Y la ciudad, ahora, es como un plano

de mis humillaciones y fracasos;

desde esa puerta he visto los ocasos

y ante ese mármol he aguardado en vano.

Aquí el incierto ayer y el hoy distinto

me han deparado los comunes casos

de toda suerte humana; aquí mis pasos

urden su incalculable laberinto.

Aquí la tarde cenicienta espera

el fruto que le debe la mañana;

aquí mi sombra en la no menos vana

sombra final se perderá, ligera.

No nos une el amor sino el espanto;

será por eso que la quiero tanto.


Jorge Luis Borges. "Buenos Aires", El otro, el mismo (1964)
Fotografía: obra de Carel Willink, Terraza con Hércules, (1940)
Esta entrada de hoy va para Alfredo, que no es gallego, pero creo que le gusta mucho la arquitectura. Con cariño.

domingo, 5 de abril de 2009

Negra sombra


  1. Cando penso que te fuches
    negra sombra que me asombras,
    ó pé dos meus cabezales
    tornas fancéndome mofa.

    Cando maximo que es ida,
    no mesmo sol te me amostras,
    i eres a estrela que brila,
    i eres o vento que zoa

    Si cantan, es ti que cantas,
    si choran, es ti que choras,
    i es o marmurio do río
    i es a noite i es aurora.

    En todo estás e ti es todo,
    pra min i en min mesma moras,
    nin me abandonarás nunca,
    sombra que sempre me asombras.





    Cuando pienso que te fuiste,
    negra sombra que me asombras,
    al pie de mis cabezales,
    vuelves haciéndome burla.

    Cuando imagino que te has ido.
    en el mismo sol te me muestras,
    y eres la estrella que brilla,
    y eres el viento que sopla.

    Si cantan, eres tú que cantas.
    si lloran, eres tú que lloras,
    y eres el murmullo del río
    y eres la noche y eres la aurora.


    En todo estás y tú eres todo,
    para mí y en mí misma moras,
    no me abandonarás nunca,
    sombra que siempre me asombras.


    Rosalía de Castro. "Negra sombra" . Follas Novas (1880)



    Fotografía: obra de Pablo Picasso, "La sombra sobre la mujer"


    Dedicado a mis amigos de la Comunidad Autónoma de Galicia, Barbebleue y esdedesear con cariño a los dos.

viernes, 3 de abril de 2009

las sombras y el origen de la pintura



Plinio el Viejo, y su contemporáneo el retórico Quintiliano identificaron el origen de la pintura y de la escultura en relieve, en el dibujo de las sombras que se proyectaban en una pared. A partir de ellas, cuenta la leyenda historiográfica, el alfarero Butades de Sición había sido el primer artista que modelara retratos de arcilla en la ciudad de Corinto; al ir a marcharse al extranjero el enamorado de su hija Cora, ésta trazó "una línea alrededor de la sombra de su rostro proyectada sobre una pared por la luz de una lucerna y, a partir de esa línea, su padre la modeló en arcilla"



En el Renacimiento, Giorgio Vasari, quien recogió esta narración, llegó a pintar al fresco sobre una de las paredes de su casa de Borgo Santa Croce en Florencia, otra variante; entre otras historias relativas a diversos pintores de la antigüedad, representó sobre un muro la imagen de Apeles pintando su autorretrato a partir de su propia sombra.



Las sombras del pincel. Fernando Marías




LA SOMBRA, Museo Thyssen-Bornemisza/ Fundación Caja Madrid.





Fotografía: obra de Joseph Benoît Suvée "La invención del arte del dibujo"