miércoles, 28 de enero de 2009

letra escrita


" Don Marcial no se sentía bien. Al arreglarse la corbata frente a la luna de la consola se vio congestionado. Bajó al despacho donde lo esperaban hombres de justicia, abogados y escribientes, para disponer la venta pública de la casa. Todo había sido inútil. Sus pertenencias irían a manos del mejor postor, al compás de martillo golpeando una tabla. Saludó y le dejaron solo. Pensaba en los misterios de la letra escrita, en esas hebras negras que se enlazan y desenlazan sobre anchas hojas afiligranadas de balanzas, enlazando y desenlazando compromisos, juramentos, alianzas, testimonios, declaraciones, apellidos, títulos, fechas, tierras, árboles y piedras; maraña de hilos, sacada del tintero, en que se enredaban las piernas del hombre, vedándole caminos desestimados por la Ley; cordón al cuello, que apretaban su sordina al percibir el sonido temible de las palabras en libertad. Su firma lo había traicionado, yendo a complicarse en nudo de enredos y legajos. Atado por ella el hombre de carne se hacía hombre de papel".



Alejo Carpentier, "Viaje a la semilla"




Fotografía: obra de Mark Tobey

sábado, 24 de enero de 2009

orden alfabético





A Agua, el origen




B Beso, también el de Judas




C Cocodrilo, miedo




D Desengaño, tristeza




E Esqueleto, el que duele




F Fuego, belleza




G Globo, vuelta al mundo en 80 días




H Hijos, amor, dolor




I Imposible, posible




J Juego, niñez




K ¡¡¡Kilómetros¡¡¡




L Laberinto, la puñetera vida




LL LLave, la que abre




M Mano, dame, dame tú mano




Ñ Mañana el por venir




O Oasis, desierto




P Palabra, la que digo, la que me callo





Q Queso, producto obtenido por maduración de la cuajada de la leche con características propias para cada uno de los tipos según su origen o método de fabricación.





R Razonamiento, propiedad indispensable



S Sentada, en silencio frente al mar


T Tierras, formas, colores


U Ultramarino, el azul, Neruda


V Volar, el gran Leonardo


W Wagner, música, dioses, mitos, orgullo, codicia, ocaso...
Color del texto

X el enigma


Y Yunque, Velazquez, "La fragua de Vulcano"


Z Zanahoria, ¡ me encantan ¡







Fotografía: Obra de Paul Klee



martes, 20 de enero de 2009

Suerte Sr. Obama



Romare Bearden, nacido en Charlotte, Carolina del Norte, el 2 de Septiembre de 1911 y muerto en New York el 12 de Marzo de 1988.

Cuando aun era un niño su familia se traslada a New York pero él mantiene vivos sus recuerdos de infancia visitando con frecuencia a su familia de Pittsburgh.

Estudió en la Lincoln University cerca de Filadelfia y se graduó finalmente en la Universidad de Columbia en New York en 1935.

Su primer trabajo lo desarrolla en el Baltimore Afro-American periodico semanal, donde trabaja como caricaturista político, mientras compagina el estudio del dibujo con ni más ni menos que George Grosz, en la Art Students League, quien le introduce en la pintura tradicional histórica europea; más tarde Giotto, Pieter Bruegel, Pier de Hooch, ejercerán gran influencia en su trabajo.

Después de prestar servicio en la Armada durante la Segunda Guerra mundial estudia Filosofía en la Sorbonne de París.

La familia de Bearden tuvo una parte muy activa en la vida intelectual de Harlem y en la década de 1930 a 1940 Bearden se hace amigo de los más distinguidos artistas americanos, músicos, y escritores como James Baldwin, Stuart Davis, Duke Ellington etc

Romare Bearden fue una importante figura de la cultura afro-americana perteneciente al estilo denominado Harlem Renaissance, es sobretodo conocido por sus trabajos de collage y fotomontaje pero también por sus pinturas y dibujos cuyos motivos reflejan la vida y costumbres de Carolina del Note, Pittsburgh, Pensyvania y el Harlem de Nueva York, con constantes referencias literarias y musicales.

Fue Bearden también un activo organizador de exposiciones de artistas afro-americanos, un prolífico escritor de ensayos sobre política y arte y coautor junto con otros colegas de varios libros, en los que hizo un estudio sobre la pintura y los artistas afro-americanos.


Sus obras se exhiben hoy en día en la National Gallery de Washington, en el MOMA de New York en el Studio Museum in Harlem , Whitney MUseum of New YOrk, en el Detroit Institute of de Arts entre otros grandes Museos de EE.UU.



Fotografía: Obra de Romare Bearden

viernes, 16 de enero de 2009

homo melancholicus




La idea de que talento y genio artísticos dependen de un tipo de personalidad cuyo equilibrio es precario viene de muy lejos.


Platón ya diferenció en su día la locura clínica y la locura creativa. Pero Aristóteles fué el primero que postuló una conexión entre humor melancólico y un talento sobresaliente para las artes y las ciencias: "todos los hombres extraordinarios que destacan en la filosofía, la política y las artes, son manifiestamente melancólicos". Con esta aseveración dió lugar a relacionar genio y melancolía. Aunque la melancolía de tales hombres la percibe como un don precario, para Aristóteles el homo melanchalicus , es capaz de las alturas más sublimes pero también es propenso a situaciones rayanas en la locura. Aristóteles y los por él influidos, mantienen que la melancolía no conduce simplemente a las alternativas de genio o locura, también fueron conscientes de las muchas etapas intermedias entre ambos polos.


Los griegos fueron los primeros en clasificar la infinita variedad de la mente humana en cuatro humores.
Hipócrates el gran médico del siglo V a. C. nos dejó la teoría según la cual el cuerpo humano consta de cuatro humores o sustancias fluidas: sangre, flema, bilis amarilla y bilils negra. La salud dependerá del equilibrio de esas cuatro sustancias, y un exceso de cualquiera de ellas producirá trastornos y enfermedad.



Más adelante (Galeno, siglo II d.C.) se asocian los humores con la psicología y se convierten en los factores determinantes del temperamento del hombre : el predominio de la sangre, engendra tipos sanguíneos; el de la flema tipos flemáticos; el de la bilis amarilla tipos coléricos; y el de la bilis negra tipos melancólicos.




La creencia en el determinismo astrológico tuvo también gran influencia a partir del siglo XII. Se afirmaba que el temperamento de un hombre era marcado por su "planeta". Los hombres nacidos bajo el signo de Júpiter eran sanguíneos, los nacidos bajo el signo de Marte coléricos, y Saturno determinaba el temperamento melancólico, que dependiendo de la conjunción del planeta en el momento de nacer, el melancholicus será cuerdo y capaz de grande hazañas o enfermo y condenado a la inercia y la torpeza.
Las estrellas determinaban no sólo los humores sino también los intereses vocacionales y el talento.



La "conducta melancólica" se impuso en Europa en el siglo XVI, y más tarde en el XVIII con los románticos, y también en el siglo XX por cierto existencialismo.
Cualidades temperamentales asociadas a la melancolía, como la sensibilidad, la veleidad, la soledad, la excentricidad, se instalaron en el ánimo de los artistas con un cierto grado de esnobismo.




Fotografía: "Melancolía"obra de Edward Munch




a mi amigo Titus propietario del blog "El imperio de los sinsentidos" "http://elblogdetitus.blogspot.com/ que hoy ha dedicado su entrada a un maravilloso melancólico Sergei Lemeshev (no os lo perdais)



miércoles, 14 de enero de 2009

relato Nº 5, 2º Concurso de relatos "pequeño formato"


Unos dos años antes de morir ya no nos volvió a hablar.

“Yo creo que ya no nos conoce”. Pero aún le bailan los ojos negros cuando llegamos, y nos sonríe como si fuera a arrancar con un “¡Hola, queridos!”

Que nunca volvió a surgir.

“¡Pero qué guapa que estás hoy!” y verdaderamente mantiene una piel limpia, tersa, con unas pocas arrugas en la frente y en el rabillo de sus ojos, que más que aspecto de vieja, le dan un interesante talante de bondad y simpatía. O quizás es lo que yo siempre pensé de ella y con los años y sus arruguitas aún se le acentuó más en la cara.

Cuando se rompió la cadera, yo estaba allí, y nunca olvidaré su expresión. Se fue a levantar del sillón, supongo que para ir a hacer pis al baño y se cayó al suelo con un “¡Ay!” que casi sonó a murmullo e, inmediatamente, desde el suelo, esa mirada como pidiendo perdón por lo que le había pasado, por las molestias, por aguarme la visita. Con su cándida sonrisa sobreponiéndose al intenso dolor de la pierna.

“¡Venga, guapísima, que me ha dicho el médico que con tu cadera nueva vas a andar de coña! ¡Yo te agarro, no tengas miedo que no te suelto! ¿Te acuerdas cuando le enseñamos a andar en la bici al enano? Pues ahora te toca a ti con el tacataca. Pero no te preocupes que no te suelto.”

Aquel “Ay” creo que fue lo último que le oí. Pero tampoco recuerdo en este momento sus anteriores conversaciones. Siempre fue muy callada y, quitando sus lecturas, nunca tenía mucho que decir. Ahora que recuerdo, o mejor dicho, que no recuerdo, tampoco cantaba nunca. Pero sí que le gustaba la música, hasta su final, que, por su expresión facial, que no por su voz, fue cuando fue, le gustaba oír sobre todo zarzuelas.

“¿Qué, lo intentamos otra vez? Me ha dicho la fisio que no has querido levantarte del sillón, tunanta.”

Ahora que ya no está aquí, la sigo recordando tan tierna y sensible, tan pendiente de todos, aún más de los pequeños, tan sonriente, tan callada, tan silenciosa…




Fotografía: serie M.S. Nº 5, pfp

domingo, 11 de enero de 2009

relato Nº4, 2º Concurso de relatos "pequeño formato"



Ante tal caos, bullicio y griterío, busco el silencio….es que “ahí” no puedes decir nada…..



Hay tantas veces que se escucha, ajena a las palabras, no rebates, no discutes… a nadie vas a convencer… a nadie vas a imponer….y en el silencio hablas con tu pensamiento.



Me gusta el silencio, porque en él está el pensamiento y el recuerdo que te habla y acompaña.



Me gusta el silencio con la música porque te habla el “alma”, el sentimiento que te conecta con lo sublime …y no encuentras ni necesitas palabras…

De todas formas , yo no soy muda…y hablo…..
Fotografía: Serie M.S. Nº4 pfp

miércoles, 7 de enero de 2009

cortesanas y prostitutas




A partir de la segunda mitad del siglo XIX se suceden en los países más desarrollados de la Europa occidental una serie de acontecimientos que son ya sin duda el inicio que conducirá a nuestra época contemporánea.


El mundo que rodea a la mujer en las grandes ciudades industriales se vuelve hostil. Los acelerados procesos industriales y urbanos característicos del siglo XIX provocan miseria, enfermedades y criminalidad y modifican el comportamiento de la población.


La prostitución crece alarmantemente en las grandes ciudades, Londres y París especialmente. Las fronteras donde estaban confinadas las prostitutas acaban rebasando los límites establecidos , llegando a usurpar y protagonizar el centro de la vida social, que hasta entonces les había sido absolutamente vedados.La atracción hacia la mujer y el temor emergen a la par en el hombre. La mujer considerada por él como un ser destinado a su servicio y placer se convierte en fantasma del miedo masculino, surge una misoginia cada vez más acentuada entre muchos miembros de la sociedad masculina.


Es en el siglo XIX y a raíz de lo anteriormente comentado, la mujer protagoniza gran cantidad de obras de arte y literatura , pero, como un ser amenazador y transgresor, como una fuerza del mal, capaz de destruir las instituciones, los derechos y privilegios del orden establecido hasta entonces.


El acento claramente misógino que aparece en el discurso de los pensadores y artistas de la época, revela el miedo y la inseguridad que provoca el cambio en las estructuras socio-familiares en la que la distribución de roles según los sexos parecía inamovible.


Manet escandaliza a los visitantes del Salón en 1863, con este cuadro "Olympia" en él rechaza todo tratamiento moral y toda alusión a falsas virtudes. Champfleury escribe a Baudelaire "Comme un homme qui tombe dans la neige, Manet a fait un trou dans l`opinion publique".

Manet revela sin duda en esta obra, la profesión de la figura femenina, la mujer concupiscente que conduce al buen burgués a los placeres prohibidos fuera del lecho matrimonial.






Fotografía: La OLympia de Manet

lunes, 5 de enero de 2009

la escalera de la felicidad



A última hora decidimos ir en el tren, la sobremesa se ha alargado agradable , hasta que alguien ha mirado el reloj... En condiciones normales hubiera habido tiempo de sobra para ir en coche hasta la Estación , pero no aquella tarde en que se oyen a los niños pasar alborotados delante de casa ... ¡La Cabalgata de Reyes¡ ... parte de la ciudad colapsada ...

Por suerte, en los paneles del andén de la estación de cercanías, se informa que en 6 minutos llegará el tren... Mientras nos fumamos el último cigarro miramos a los niños que no pueden estar ni un segundo quietos, nerviosos hablan a voces entre ellos, o incordian ansiosos a sus padres...

Observamos con curiosidad que muchos de los padres cargan con largas escaleras plegables... nos miramos curiosas y preguntamos; nos explican -subimos a los niños hasta el peldaño más alto, es la única manera de que vean a Los Reyes Magos entre tanta multitud-

¡ Increíble y maravilloso ¡, cargar toda una tarde con una escalera plegable de casi dos metros para que sus hijos vean a los Reyes Magos de Oriente.

No se que encontrarán esos niños en sus zapatos mañana por la mañana, creo que nada comparable a ese cariño a esa ternura con que el padre y la madre cargan esta tarde con la escalera de la felicidad, supongo que para ver el no va más de la ilusión y de la inocencia en los ojos de sus hijos...


¡Felices Reyes¡

jueves, 1 de enero de 2009

collage Neruda

Kundry me envía un collage de Neruda: "se me ocurrió cuando leía el poema Nª15 de Veinte poemas de amor y una canción desesperada"


Ah silenciosa!
Abeja blanca, ausente, aún zumbas en mi alma.
Revives en el tiempo, delgada y silenciosa.
Ah silenciosa!

Apegada a mis brazos como un enredadera,
las hojas recogían tu voz lenta y en calma.

He dicho que cantabas en el viento
como los pinos y como los mástiles

En ti los ríos cantan y mi alma en ellos huye
como tú lo desees y hacia donde tú quieras.
Márcame mi camino en tu arco de esperanza
y soltaré en delirio mi bandada de flechas.

Entonces, dónde estabas?
Entre qué gentes?
Diciendo qué palabras?

Mi corazón sombrío te busca, sin embargo,
y amo tu cuerpo alegre, tu voz suelta y delgada.

Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
Ah los vasos del pecho! Ah los ojos de ausencia!
Ah las rosas del pubis! Ah tu voz lenta y triste!

Ah tu voz misteriosa que el amor tiñe y dobla
en el atardecer resonante muriendo!
Así en horas profundas sobre los campos he visto
doblarse las espigas en la boca del viento.

Para que tú me oigas
mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas.

Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras.

Voy haciendo de todas un collar infinito
para tus blancas manos, suaves como las uvas.

Siento viajar tus ojos y es distante el otoño:
boina gris, voz de pájaro y corazón de casa
hacia donde emigraban mis profundos anhelos
y caían mis besos alegres como brasas.

Algo canta, algo sube hasta mi ávida boca.
Oh poder celebrarte con todas las palabras de alegría.

Mis palabras llovieron sobre ti acariciándote.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Y la ternura, leve como el agua y la harina.
Y la palabra apenas comenzada en los labios.

Escucha otras voces en mi voz dolorida
Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas.

Ahora quiero que digan lo que quiero decirte
para que tú las oigas como quiero que me oigas.

Me gusta cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Innumerable corazón del viento
latiendo sobre nuestro silencio enamorado.

Me gusta cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Y las miro lejanas mis palabras.
Más que mías son tuyas.
Van trepando en mi viejo dolor como las yedras.

Callado, delirante, entre dos gondoleros inmóviles.

Entre los labios y la voz, algo se va muriendo.

Muda, mi amiga,
sola en lo solitario de esta hora de muertes
y llena de las vidas del fuego,
pura heredera del día destruido.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Me gusta cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.



Fotografía: Carboncillo sobre papel, pfp