sábado, 20 de diciembre de 2008

FELIZ NAVIDAD, FELIZ AÑO, A TODOS, AMIG@S


"Comenzaré por decir, sobre los días y años de mi infancia, que mi único personaje inolvidable fue la lluvia. La gran lluvia austral que cae como una catarata del Polo, desde los cielos del Cabo de Hornos hasta la frontera. En esta frontera, o Far West de mi patria, nací a la vida, a la tierra, a la poesía y a la lluvia.
Por mucho que he caminado me parece que se ha perdido ese arte de llover que se ejercía como un poder terrible y sutil en mi Araucanía natal. Llovía meses enteros, años enteros. La lluvia caía en hilos como largas agujas de vidrio que se rompían en los techos, o llegaban en olas transparentes contra las ventanas, y cada casa era una nave que difícilmente llegaba a puerto en aquel océano de invierno.
Esta lluvia fría del sur de América no tiene las rachas impulsivas de la lluvia caliente que cae como un látigo y pasa dejando un cielo azul. Por el contrario, la lluvia austral tiene paciencia y continúa, sin término cayendo desde el cielo gris.
Frente a mi casa, la calle se convirtió en un inmenso mar de lodo. A través de la lluvia veo por la ventana que una carreta se ha empantanado en medio de la calle. Un campesino, con manta de castilla negra, hostiga a los bueyes que no pueden más entre la lluvia y el barro.
Por las veredas, pisando en una piedra y en otra, contra frío y lluvia, andábamos hacia el colegio. Los paraguas se los llevaba el viento. Los impermeables eran caros, los guantes no me gustaban y los zapatos se empapaban. Siempre recordaré los calcetines mojados junto al brasero y muchos zapatos echando vapor, como pequeñas locomotoras. Luego venían las inundaciones, que se llevaban las poblaciones donde vivía la gente más pobre, junto al río. También la tierra se sacudía, temblorosa. Otras veces, en la cordillera asomaba un penacho de luz terrible: el volcán LLaima despertaba".

INFANCIA Y POESÍA
Confieso que he vivido
Pablo Neruda



Fotografía: Cielo con arco iris en la América Austral

14 comentarios:

Teresa G. dijo...

Pilar, NERUDA, Confieso que he vivido...uffff, fue mi regalo de Reyes del año 1974. He tenido que mirar la primera página, donde antes siempre ponía las fechas, para cercionarme, aunque ya lo sabia, de que fue ese año.

Siempre, siempre, siempre, me emociona y me conmueve leer a Neruda. Me trasporta a lugares en los que nunca he estado, sólo a través de sus palabras, pero que son ya "mis espacios". Mi viaje pendiente: ir algún dia a Isla Negra.

Anónimo dijo...

Pablo Neruda tiene palabras que despiertan los sentidos. Con el entrañable recuerdo de la niñez, huelo a tierra mojada y a calcetines secándose, veo el fuego del hogar, oigo llover fuera de la casa, toco acariciando mi propia niñez en otro contexto, en otras circunstancia y llega a mi el dulce regusto de lo vivido ya, que cada vez se me hace más cercano... Gracias por este regalo, Pilar.
!Paz desde esta Navidad para siempre y en todo lugar!...

Titus dijo...

Feliz navidad y feliz año nuevo para ti también.

Barbebleue dijo...

Hermosísimo texto, ya lo creo. Elegido leyéndome el pensamiento.

Por aquí son las heladas las que tienen paciencia.

¡Felicidad para tí también!

Joaquim dijo...

Excelente libro de un autor imprescindible.
Excelente texto en un blog imprescindible.
Excelente blog de una amiga imprescindible.
BON NADAL CRIATURA!

glòria dijo...

Pilar:
Como siempre has esta exquisita y nos has puesto un texto de ese titán del cosmos que fue Pablo Neruda.
"Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos"
A menudo mi pensamiento reproduce este verso duro, bello y certero.
Felices Navidades!

Anónimo dijo...

Feliz Navidad y mejor Año Nuevo para los amigos Pilar,Amfortas y familia. Bravo por un blog enriquecedor

Anónimo dijo...

Un fin de semana de abril de hace unos once años, quedamos un grupo de amigos, aún con las rodillas sanas, para hacer una excursión en San Miguel de Aralar, en una maravillosa sierra de Navarra. En la carretera comenzó a nevar y al llegar a Lecumberri, pensamos que la subida hasta el hostal del Monasterio podía ser difícil. Llamamos por teléfono y las monjitas nos advirtieron que no se nos ocurriera ni intentarlo, pues arriba había ya medio metro de nieve.
Nos quedamos en un hotel y al día siguiente subimos detrás de la quitanieves e hicimos, al menos parte de la marcha que pretendíamos. Al andar nos íbamos hundiendo en la nieve y la marcha se hizo penosa. Llegamos a una cabaña de pastores y, el ocupante, un pastor acompañado de sus perros, con su hoguera y su botella de vino, nos hizo pasar dentro para reponernos.
-"¡Malas botas llevas, maja" le dijo a una de las excursionistas.
-"¿Por qué?"
-"Porque echan humo, maja. Las buenas botas no tiene que humear, maja"

Feliz Navidad, felices fiestas.

Mr.Ripley dijo...

Feliz Navidad y feliz año nuevo!!!

Anónimo dijo...
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pfp dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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